Miuccia Prada y Raf Simons presentaron ayer su propuesta en el desfile de Prada otoño-invierno 2022/23. Una colección que mantiene la misma línea minimalista pero con un irresistible deje sofisticado que viene dominando sus últimas creaciones.
El dúo creativo nos deja cada temporada un repertorio exquisito con el que vestir de manera extraordinaria a diario. Lo consigue a base de patrones clásicos, de prendas tradicionales a las que les da un nuevo aire gracias a sobredimensionar sus medidas, a confeccionarlas con otro material al que habríamos dado por sentado o a utilizar una paleta de colores contenida pero diferente.
El título con el que han bautizado la colección Touch of crude -toque crudo- no puede ser más acertado. En torno a este concepto Prada juega con los opuestos: “Hay una interrelación entre lo crudo y lo sensual, entre la delicadeza y la aspereza, una emulsión de los contrastes. La colección juega constantemente con la disimilitud y la paradoja, cambiando entre diferentes visiones, realidades separadas”, explica la firma en el comunicado. Un concepto que se traduce en la combinación abrigos de corte tradicional con chaquetas de cuero, los vestidos de organza más delicados en tonos pastel con camisas de popelín en gris y estética industrial.
También se juega con las proporciones. Los abrigos extra grandes se convierten en los mejores aliados de los monos perfectamente entallados y las americanas XL de los pantalones híper ajustados o las sudaderas extra grandes de las faldas transparentes. La gama de color también se mantiene serena, con los grises, los blancos y los negros como base y los tonos pastel, que van del rosa, al pistacho, pasando por el malva, como el punto que suaviza la colección, dándole ese toque romántico y femenino que permite explorar la feminidad desde otro punto de vista.
En cuanto a los accesorios, uno a tener muy en cuenta: los icónicos mary-janes pasados por la coctelera junto a unas botas cowboy. El resultado es un diseño que veremos extenderse rápidamente fuera de las fronteras de Prada casi con total seguridad.
La modernidad de Prada está por encima de todas las cosas y por eso ver sus colecciones es siempre como asomarse al futuro, pero sobre todo, la inspiración absoluta.