Leandro Cano nació en 1984 en un pequeño pueblo de Jaén. Gran defensor de la moda de autor y del slow fashion, su trabajo va de la mano de la artesanía, elaborando piezas únicas.
En 2012 aterrizó en la pasarela de jóvenes talentos, la EGO de Cibeles; ganó el Designers for Tomorrow que le permitió contar con el asesoramiento de Marc Jacobs; y en 2017 se hizo con el premio Who’s On Next de Vogue España. Sin duda uno de nuestros grandes talentos. Lleva una década en el mundo de la moda y nos confiesa que se encuentra en un momento de reflexión en el que se ha dado cuenta que "la moda efímera no deja rastro en el corazón".
Tras presentar su última colección basada en las musas del destape y su primera línea masculina, nos muestra su último proyecto de la mano de Larios 12: 150 botellas de edición limitada, con un diseño único de alta costura inspirado en los colores del mediterráneo y en la flor de azahar.
¿Cómo ha sido esta experiencia de hacer un diseño para una botella?
Diseñar esta edición limitada de Larios 12 tan especial ha sido un trabajo muy gratificante y divertido. Larios es una ginebra mediterránea con unos valores muy afines a los míos y así he querido transmitirlo en esta edición hecha a mano, de la que tan solo hay 150 unidades.
La botella está vestida con una pieza de croché azul y una flor de azahar, ¿qué representan estos elementos?
El azul representa el Mediterráneo en toda su extensión. La flor de azahar, aparte de ser uno de los botánicos más característicos de esta ginebra, también es muy típica de Málaga, ciudad originaria donde se fundó la marca Larios.
Para esta colaboración has contado con mujeres artesanas de tu pueblo, de entre 60 y 90 años… ¿Qué importancia han tenido estas mujeres a lo largo de tu vida? ¿Crees que está suficientemente reconocida su contribución a la moda y a la artesanía?
Estas mujeres son parte de Leandro Cano desde que empecé con mi marca. Han participado en cada una de las colecciones artísticas que he realizado, por lo tanto, no entiendo la evolución de mi marca sin la habilidad de sus manos. Por mucho que la artesanía esté en auge, puede ser que al estar acostumbrados a tener piezas hechas a mano en casa, no le damos el valor que tiene y las innumerables horas de trabajo que realizan para cada una de las piezas.
Alguna vez has comentado que desde muy joven tuviste muy claro a lo que querías dedicarte pero, ¿cómo empezaste a interesarte por la moda? ¿Qué referentes tuviste o que te marcó para iniciarte en ella?
Después de estudiar diseño gráfico, estaba atravesando un momento en el que no encajaba en ninguna parte. Visitando un museo, un cuadro de Mariano Fortuny me hizo click en la cabeza y hasta hoy.
Al igual que otros muchos diseñadores, has presentado tu última colección a modo de fashion film. ¿Qué crees que quedará o cambiará en la industria de la moda después de la pandemia?
Yo creo que es una cosa transitoria. Al final la magia del desfile no puede sustituirse por un vídeo de 5 minutos. Igual se hace algo híbrido. No lo sé. Pero los desfiles creo que seguirán cuando se pueda.
¿Qué reflexión harías tras una década en el mundo de la moda? ¿Cambiarías algo si volvieras atrás?
Estoy en ese proceso ahora mismo, reflexionando qué han sido estos años. Desde luego, me he dado cuento de que la moda efímera no deja rastro en el corazón, y dedicarse en cuerpo y alma a algo que no deja marca en nadie no compensa. Cambiar algo, supongo que alguna decisión, pero me arrepiento de pocas cosas.
FUENTE: www.revistavanityfair.es