Como una prueba más de que el talento argentino puede trascender cualquier frontera, la monarca lució un vestido firmado por Gabriel Lage.
Sinónimo de estilo como pocas mujeres en el mundo, la Reina Letizia de España hace hablar al mundo, una vez más, por sus apuestas de moda. Esta vez fue por el vestido firmado por un famoso diseñador argentino que usó cuando, durante el día de ayer, los Reyes de España recibieron la visita de Estado de sus altezas, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, emir de Qatar, y a la jequesa Jawaher Bint Hamad Bin Suhaim Than, en el Palacio Real de Madrid.
Luego de un recibimiento oficial y almuerzo, llegó el momento de la cena de gala. Sin tiara, Letizia Ortiz optó por estrenar un vestido largo en color champagne, obra de Gabriel Lage. La elección de atuendo de la Reina consorte destacó por ser una pieza que, perfectamente, podría haber sido llevada a una alfombra roja.
Para la ocasión, que era la primera cena de gala celebrada sin mascarilla desde 2019, Letizia apostó por un espectacular diseño de noche con escote barco, ligeramente ajustado al cuerpo, mangas largas caídas en vuelo y falda suave evasé con pequeña cola.
“Estoy muy feliz y emocionado, no paré llorar, todos emocionados ayer con mi equipo, abrazados y llorando. Estamos orgullosos, es como la coronación de la carrera de uno mismo, el tema de vestir a una reina, sobre todo la reina de España, que está considerada un ícono de moda”, comentó Lage.
La imagen de la esposa del rey Felipe con su Gabriel Lage se viralizó en minutos: la prensa española halagó el diseño del argentino. “Me llamó todo el mundo desde España (país en donde Lage está presente con su moda) y también muchos colegas argentinos, lo que me emocionó doblemente”, le comentó el modisto desde su atelier en la Recoleta.
Y aclaró: “Fue mi padre quien le fue inculcó el amor por el arte de la costura y la moda, metiéndome en el mundo de la ropa hecha a mano. Y vestir a la reina es, de alguna manera, rendirle un tributo a él”.
Para Lage, este acontecimiento significa “coronar el trabajo que, durante tantos años, ha sido tan difícil en el país. A todos los diseñadores argentinos nos cuesta llegar desde acá (a otras partes del mundo). Es la felicidad total esto. No puedo parar de llorar. Fue una de las grandes metas cumplidas. Hace años quería vestirla porque me parece una mujer maravillosa”.