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La firma preferida de la realeza europea ha lanzado, con motivo de su aniversario, Sanderson One Sixty, una colección que reinterpreta sus modelos más icónicos en telas y papeles de más calidad y con una nueva gama de colores.

Más de siglo y medio decorando hogares y casi un siglo al servicio de los reyes de Inglaterra. Se dice fácil, pero el mérito es de Sanderson, la reconocida firma inglesa de textiles y papeles pintados que acaba de cumplir 161 años de historia. Aunque no solo se ha limitado a tapizar casas británicas, pues sus famosos papeles y telas se han paseado por todo el planeta, triunfando en la sociedad inglesa del XIX, para adelantarse a las modas europeas en el siglo XX y adentrarse globalmente en el textil ecológico y sostenible en pleno siglo XXI.

La firma británica, que en su antiguo sello incluía una rosa, un trébol y un cardo (emblemas de Inglaterra, Irlanda y Escocia), cuenta con un amplio catálogo de telas en el que destacan sus míticos modelos. En ellos, las flores de la campiña inglesa parecieran salir del tiesto para cubrir revolucionariamente paredes, divanes, biombos y butacas en los manors, los cottages y los hoteles, así como los dormitorios de Kensington, los salones de Buckingham, casi todo el castillo de Windsor y hasta los vestuarios de la cámara de los Lores.

Su historia con la realeza inglesa empezó en la década de los veinte del siglo pasado, cuando a la princesa Mary se le ocurrió escoger para su dormitorio uno de sus modelos de papel tan en boga. Al año siguiente fue su madre, la reina Mary, quien se decidió por un triple estampado para renovar el Salón Azul (Blue Drawing Room) del palacio de Buckingham. Y apenas dos años después, Arthur Bengough Sanderson, segundo hijo del fundador, se convertía en el primer proveedor real de papeles pintados y pinturas para el rey Jorge V, nombramiento que los monarcas que lo han sucedido han ido renovando. Desde entonces la firma atiende todos los encargos de la casa real para mantener las estancias de palacios, residencias y dependencias estatales; ellos, incluso, fueron los responsables de la redecoración y restauración de telas, pinturas y papeles en el castillo de Windsor tras el incendio que lo asoló en 1992.

Y aunque los dos modelos más vendidos en la historia de la firma son Roses and Peonies (de 1940) y Chelsea Rosalind (de 1957), no todo es británico ni solo son flores en el universo Sanderson. Cuando Arthur Sanderson fundó la marca en 1860 lo hizo con la idea de importar los carísimos papeles franceses a la alta sociedad inglesa, que moría por las famosas panorámicas de la empresa francesa de papel y tejidos pintados Zuber & Cie, por las perfectas imitaciones del cordobán (tapices de cuero pintados y dorados) de Paul Balin y por los exóticos papeles japoneses. El éxito fue tal que en 1879 crearon una fábrica de papel pintado en Chiswick con sus propios equipos de diseñadores y acuarelistas.

Tras la muerte de Sanderson en 1882, sus tres hijos se embarcaron en un proyecto muy ambicioso: modernizar la empresa y adquirir viejas firmas textiles con sus archivos históricos, como la icónica fábrica de Morris & Co., fundada en 1875 por William Morris, que no había resistido el embate de la crisis, manteniendo y reproduciendo los legendarios modelos del creador de las Arts & Crafts.

Con el paso de los años, y la gran visión de los socios de la compañía por mantener un magnífico equipo de diseñadores y la sabia decisión de unir su nombre a los de los más reputados decoradores y arquitectos del momento (Raymond Loewy, Frank Lloyd Wright, Gio Ponti o Fedi Chei), la firma convirtió en una de las mejores productoras de cretonas y chintz de flores, así como de terciopelos, sedas y brocados.

Ahora, con motivo de la celebración de su 161º aniversario, ha lanzado la colección Sanderson One Sixty. Una línea en la que ha reinterpretado sus modelos más populares en telas y papeles de mayor calidad y con nuevos colores.

En otoño, Lisa Montague, CEO de Sanderson, y parte de su equipo, presentaron dicha colección en la tienda de Gancedo de la calle de Velázquez de Madrid, que los representa en España desde hace más de 50 años. Allí nos contó lo que significó el parón en la producción debido a la pandemia. “Fue la primera vez que cerrábamos en toda la historia de Sanderson, ni siquiera había pasado esto durante la guerra y tenemos máquinas con más de 100 años que no se habían parado nunca. Hubo que ponerlas en marcha con mucho cuidado y con ingenieros especializados, que las limpiaban y engrasaban", explicó. Además relató cómo la marca se ha ido adaptando a los nuevos tiempos: "Trabajar con firmas históricas es una gran responsabilidad, pues nos toca mantener el éxito obtenido a lo largo de estos tres siglos de historia, involucrándonos en las nuevas normativas de respeto al medioambiente con certificados de no emisiones, no dejar huella de carbono, cuidar los tintes y el modo de imprimir, no derrochar agua y limpiarla antes de devolverla al río. Tratamos de hacerlo lo mejor que podemos para tener el mínimo impacto”.

Desde luego, el señor Sanderson nunca pudo imaginar que lo que él inició como un modesto negocio de importación se convertiría en el siglo XXI en la más importante firma mundial de textiles y de papeles decorativos.

FUENTE: www.revistavanityfair.es