La alternativa más inteligente que se apodera de la industria es el upcycling, o el proceso de usar materiales descartados y telas antiguas para hacer ropa nueva.
La primera ola de upcyclers de la alta costura también son las más conocidas: Marine Serre, la diseñadora parisina de 29 años conocida por sus monos con estampado de luna y atmósferas apocalípticas; y Emily Adams Bode, de 30 años, que transforma colchas antiguas en pantalones y chaquetas.
Serre no se promociona a sí misma como una diseñadora “sostenible” entre comillas, lo que a menudo es una señal reveladora de que alguien te está engañando. En cambio, describe el enfoque como esencial para su proceso creativo y ahora representa el 50% de su negocio.
En abril, Serre lanzó una serie de videos que muestran cómo hace sus piezas recicladas. Explican brillantemente cómo el upcycling convierte el proceso de producción en la propia prenda, lo opuesto al fetiche de los productos básicos que define la moda sostenible de DTC.
Una enorme caja de toallas de jacquard de material descartado en blanco y negro se "regenera" en pantalones cortos de hombre y un jersey de media cremallera, y un traje de estilo Chanel para mujer (una versión absolutamente genial de la obsesión de la moda por definir el lujo a través de la iconografía en lugar de la producción o materiales).
La vida anterior de la prenda, como colcha o toalla o bufanda barata, es parte de su nueva vida. Los cortometrajes de Serre también subrayan el poder del reciclaje como un desafío creativo: solo un diseñador experto puede transformar el desperdicio o el exceso en algo que se puede producir en una variedad de tamaños y estilos.